Tendencias futuras en Asma
Predecir el futuro es de las cosas más difíciles. Imaginar cómo se resolverán los desafíos que se plantean en el manejo de una enfermedad tan compleja como el asma es una tarea casi imposible. Solo cuando ese futuro llegue sabremos si hemos acertado o no en las predicciones.
El asma es el resultado de la interacción entre factores genéticos y ambientales. La epigenética describe los cambios en la expresión génica, modulados o inducidos por factores ambientales. Por otra parte, la farmacogenómica estudia cómo las diferencias de carácter genético influyen en la variabilidad de respuesta a un tratamiento. En los próximos años es seguro que los avances en estas disciplinas contribuirán a conocer mejor la enfermedad y a establecer los tratamientos en función del perfil genético y de los cambios epigenéticos de los individuos. Esta forma de abordar la enfermedad dará paso a lo que se denomina “medicina personalizada”, esto nos permitirá tratar de forma individualizada a nuestros pacientes, identificando cuales de ellos se pueden beneficiar en mayor medida de determinados fármacos.
Aunque la prevalencia del asma va en aumento, el estudio sistemático de los factores de riesgo que favorecen la aparición de la enfermedad, sobre todo en niños, permitirá al menos teóricamente disminuir su incidencia.
La mejora en la precisión diagnóstica seguro que vendrá ligada a la aparición de nuevos biomarcadores, que serán la base para una mejor caracterización de la enfermedad.
En la actualidad se considera el asma como una enfermedad heterogénea con una serie de mecanismos fisiopatológicos subyacentes, que requieren diferentes enfoques terapéuticos. La clasificación y tratamiento de los pacientes en función de estos mecanismos patogénicos predominantes (fenotipos) es ya hoy una realidad. Es de esperar la aparición de nuevos fenotipos que nos permitan una mejora en el manejo de la enfermedad.
El uso de tratamientos biológicos ha supuesto una auténtica revolución en el manejo de los pacientes asmáticos graves. En este sentido la aparición en un futuro muy próximo de nuevos anticuerpos monoclonales revolucionará sin duda el tratamiento de la enfermedad con nuevas dianas terapéuticas, tanto celulares como moleculares.
No solo la aparición de fármacos nuevos, sino la mejora de los actuales y sobre todo el avance en el perfeccionamiento de los sistemas de inhalación, en pocos años seguro que supondrán un avance significativo en la eficacia del manejo de la enfermedad.
La aplicación de las nuevas tecnologías al manejo del asma no es futuro, es ya una realidad. El uso de aplicaciones para móviles, con juegos para niños y con información interactiva para adolescentes y adultos podrá mejorar la adherencia al tratamiento y supondrá una mayor implicación de los pacientes en el control de su enfermedad.
Una mejor organización de los sistemas de salud para ofrecer una respuesta inmediata a los pacientes que sufren una crisis de asma y la atención temprana ante un mal control de la enfermedad a través de telemonitorización o vía internet, puede en el futuro cambiar el manejo del asma. El uso cada vez más extendido de las redes sociales está cambiando radicalmente nuestra manera de relacionarnos. El acceso inmediato a la información, con la posibilidad de consultas médicas “on line” en tiempo real establecerán en poco tiempo nuevas formas de relación médico-paciente.
La nanotecnología y su aplicación en medicina nos parece hoy día ciencia-ficción, pero en un futuro no muy lejano tendrá un papel fundamental en el manejo de muchas enfermedades, entre ellas el asma.
Mientras todo esto llega, nuestra labor es aplicar en el presente todo nuestro conocimiento y el amplio arsenal terapéutico del que disponemos para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes con asma.
Agustín Sojo González
Servicio de Neumología. Hospital San Pedro de Alcántara. Cáceres.